Aprenderás también a analizar a través de la meditación de dónde surgen los pensamientos y dónde nace y se extingue cada pensamiento y quedarte en el medio de estos dos pensamientos. Te enseñaremos que todo procede la mente, cuya naturaleza es cambiar constantemente de intención.
Autoexploración
El explorarse a sí mismo se experimenta como el contexto del que se indaga a sí mismo, de la misma manera como el contexto es necesario para el terapeuta o consultor, cuya tarea esa acompañar al individuo en su camino hacia su liberación, transformación de los patrones o actitudes no deseadas de comportamiento.
Una vez que la persona empieza a darse cuenta que no es sus pensamientos, sus emociones, sus sentimientos, sus enfermedades, sino más bien una presencia observadora, testigo; lo que suele sentir es una especie de mayor claridad, de liberación, vislumbrando la transformación. Por eso se le pregunta qué va a hacer cuando esté libre de....?
Hay quienes llaman a este "ente observador", el testigo, el yo interno, el yo profundo, el acompañante permanente, el observador, etc. Muchas veces al aplicar estas herramientas ya sea con uno mismo, ya sea acompañando a otro, se desarrollan comprensiones.
Hoy vamos a realizar algunas de estas prácticas de autoindagación o autoexploración.
¿De donde surge ese pensamiento?
Centración 1
Cuando surge un pensamiento durante la meditación, pregúntate: ¿De dónde surge ese pensamiento?
Al preguntarnos continuamente a nosotros mismos: ¿De dónde surge ese pensamiento? Pronto nos damos cuenta de que un pensamiento aparece y se extingue, y después hay un espacio. El preguntarnos a cada pensamiento que surge, ¿de dónde surge ese pensamiento?, nos remite a ese espacio que aparece entre dos pensamientos (cualesquiera que fuesen). De esta forma aprendemos a ser testigos del nacimiento y de la extinción de cada pensamiento.
Por ej. Me despierto a la mañana y a mi lado está la persona que amo, y surge un pensamiento, "buenísimo, genial, realmente me gusta" y mi mente sigue pensando y me dice: me gusta cómo es X, lo amo por lo inteligente que es, me gusta la forma que tiene de respirar, etc. Unos días más tarde, despierto y en mi conciencia surge un pensamiento que dice, ¿qué estoy haciendo al lado de X y mi mente seguirá encadenando otros pensamientos como: X es insoportable, debiera separarme, no lo aguanto más, es un desastre.
Lo mismo pasa cuando nos levantamos y nos decimos, ¿qué maravilla? Y el testigo se identifica con ese pensamiento, enseguida mi mente empieza a formular razones por las cuales me siento bien, es maravilloso como me siento porque dormí bien, dormí mucho, medité esta mañana, hice mucho Tai Chi, cené ligero, etc. Hacia la media mañana, tal vez aparezcan otros pensamientos como: "estoy cansada" y si el testigo se identifica con ese pensamiento, empiezan las explicaciones o justificaciones: Estoy cansada porque trabajo mucho, porque comí pesado, porque mi mamá, tía, jefe, me miró mal, porque no hice Tai Chi, etc. Me voy a pedir el día, me quedo en casa, etc. Es decir que si logro observar estos pensamientos, me doy cuenta que cada pensamiento surge, se extingue y a continuación aparece un espacio. Es la forma en que la mente trabaja, los pensamientos surgen, y se extinguen, y después hay un espacio. Por más rápido que se sucedan los pensamientos.
El propósito de esta primera centración o meditación es hacerte dar cuenta y quedarte en el espacio que se produce entre dos pensamientos. Te invito a que te des cuenta que cualquier cosa con la que te identifiques te limitará, cualquier cosa en la que creas o te sientas demasiado apegado, es una experiencia limitante.
La clave es "no estar apegado a". Me gusta, no me gusta, tengo ganas, no tengo ganas por que...cualquier cosa con la que te indentifiques, justifiques, como yo, te limitará. La naturaleza de la mente es largar pensamiento cambiantes en su intención, por eso en un momento te gusta estar aquí y enseguida te quieres ir, porque no te gusta estar aquí. Un día te sientes feliz de estar con el curso de tu vida y al siguiente te sientes desdichado. Si te enamoras hoy, mañana no te gustará tanto la persona de la que te enamoras. Por eso, no puedes depender de los pensamientos que están contenidos en tu mente, de lo que sí puedes depender es de eso que está observando la mente.
La enseñanza esencial de cualquier maestro, terapeuta, consiste en acompañarte en el aprendizaje de la meditación sobre ti mismo, ser tu propio testigo, y centrar tu atención en ese espacio inmutable que está siempre ahí (entre dos pensamientos) No existe respuesta a esta pregunta ¿de dónde surge ese pensamiento?, sin embargo podrás darte cuenta que el hacerte esta pregunta, ocurre que aparece este espacio al que puedes contemplar, dónde puedes aprender a quedarte.
Si aparece un pensamiento como "estoy asustado" "tengo miedo", etc, sigues preguntando, "de dónde surge este pensamiento?" Pregunta ¿de dónde surge ese pensamiento con independencia del tipo de pensamiento que surja en tu conciencia. En el momento en que te identificas con cualquier pensamiento que surja, tendrás las reacciones psicoemocionales que se asocian con él y tu mente te dará 1000 razones para justificarlo. Recuerda que TÚ NO ERES TU MENTE.
Práctica:
Te invito a que en la postura en la que estás observes cómo estás sentado, dónde se apoya tu cuerpo, permití que donde el cuerpo se apoya, los apoyos hagan su trabajo, te sostenga, observa la entrada y salida de aire, y a continuación, me gustaría que observes los pensamientos que llegan a tu conciencia, cada vez que un pensamiento aparece, empieza a preguntarte : "¿de dónde surge ese pensamiento?"
Te invito a que lo hagas unos tres o cinco minutos para comenzar en esta tu primera práctica de centración.
Cualquier cosa que sientes, o que piensas es porque en alguna parte de tu mente aparece el pensamiento, yo siento tal o cual cosa, yo oigo tal o cual sonido, es decir que hay un pensamiento que me dice "yo tal o cual cosa" hoy como práctica pregúntale a todo lo que aparece en tu mente, "De dónde surge ese pensamiento? Y aprecia el espacio que aparece entre dos pensamientos. Por ejemplo si te identificas con los pensamientos que creés que tengo de vos o que alguien tiene de vos, estos pensamientos se convertirán en los pensamientos que tendrás sobre vos mismo. Ahora nos estiramos, nos movemos un poco, hacemos cinco entradas y salidas de aire y nos volvemos a sentar.
Centración 2
Cuando surja un pensamiento en tu conciencia, preguntale: ¿ A quién le surge ese pensamiento?. Respondete: "A mí". A continuación preguntá de nuevo, ¿quién es ese yo?
La propuesta es aprender a separar los "yoes" transitorios, Winicott los llama "falsos yoes",de la PRESENCIA DEL OBSERVADOR O TESTIGO que siempre está ahí. Te acompaña siempre.
Al preguntarte de esta manera vas a cambiar la idea de que el yo es sujeto, para transformarlo en objeto de la observación de tu YO testigo u observador. O sea que tus "yoes" transitorios son objeto de observación del YO testigo. Al hacer esto, ese "pensamiento" desaparecerá y aparecerá otro "pensamiento" que tomará su lugar, le vuelves a preguntar. "A quién le surge ese pensamiento?", A mí; a qué "mi" o ¿quién es ese yo?.
Al hacer las preguntas aparecerá el espacio, cuando el pensamiento desaparece y antes de que aparezca el siguiente, al que le vuelves a preguntar. Tené presente que el objeto o propósito de esta meditación es hacer que ese "yo" no sea el "yo" sujeto, sinoOBSERVAR EL PENSAMIENTO DEL "yo" COMO UN OBJETO.
Date cuenta que se abre un espacio tras la pregunta ¿quién es ese yo?., tomá conciencia de ese espacio, quedate en el espacio.
Práctica:
Observa cómo estás sentado, como la primer meditación...cada vez que llega un pensamiento a tu mente preguntate, ¿a quién le surge ese pensamiento?. Responde a mí, a continuación preguntá: "¿ quién es ese yo?". Observá como el aire entra y sale, aceptá y permitite estar relajado, cuando cualquier pensamiento entra en tu mente, preguntá: a quién le surge ese pensamiento,? Respondé: a mí, y preguntá ¿quién es ese yo?. Y observarás que el pensamiento desaparece.
Aparecerán muchos pensamientos. Freud escribió que el yo era como un iceberg, todo lo que puede verse desde la conciencia limitada del yo, es el 10 por ciento, el resto permanece adentro del agua, inconciente, y sale a la luz cuando se empieza a meditar. No hay que hacer nada con eso que aparece, simplemente observar y darse cuenta de lo que hay, no es necesario hacer nada con lo que eres, ERES SIMPLEMENTE EL ESPACIO QUE OBSERVA ESOS PENSAMIENTOS DEL "YO".
Desgraciadamente en lugar de permanecer en ese espacio, todos nosotros nos identificamos con los patrones de nuestra mente. Un maestro Zen y creo que Heráclito, entre los maestros o sabios griegos, dijo: Nunca te bañas dos veces en el mismo río. Eso significa que cada momento es nuevo, simplemente creemos que tenemos un patrón en lugar de experimentar cada momento como nuevo, la identificación y la fascinación con nuestros patrones es lo que nos hace permanecer fuera de ese espacio, es espacio vacío y nuevo es la experiencia a la que más nos resistimos. Los pensamientos con los que te identifiques, reforzarán las vivencias que tengas.
Movete un poco, estirate, caminá, bostezá, y volvé a sentarte:
Centración y práctica:
Centrá tu atención y observá todos los falsos yoes (permanecé unos tres a cinco minutos)
Posiblemente estés viviendo con todos estos falsos o pseudoyoes, que son los que te hacen sentir, me gusta, no me gusta, tengo ganas, no tengo ganas, soy bueno, soy malo, me siento bien, me siento mal, feliz, triste, etc, a cualquiera de estos yoes, en esta meditación los consideramos nuestros pseudoyoes, van y vienen, están siempre cambiando. Ahora vamos a centrar la atención en el espacio, en el YO permanente que observa, testigo, a todos estos pseudoyoes. Si te estancás, volvé a la autoindagación: "A quién le surge este pensamiento?". A mí. , "quién es ese yo?"
Aparecerá entonces ese espacio, centrate en el YO LIBRE DE PENSAMIENTOS, LA PRESENCIA QUE ESTÁ DETRÁS DE TODOS ESTOS PSEOUDOYOES.
El tao de la meditación
El motivo que tengo para seguir meditando de esta manera además de la meditación implicada en el Chi Kung y el Tai Chi Chuan.
Practicamos con las preguntas:
1) ¿De dónde surge ese pensamiento? Fuimos testigos del nacimiento y de la extinción de cada pensamiento y nos dimos cuenta que surgen de un espacio y se extinguen en ese espacio, tratamos de aprender a quedarnos en ese espacio.
2) ¿A quién le surge este pensamiento?, respondimos: A mí y preguntamos de nuevo: ¿quién es ese yo?
Así aprendemos a observar y a separar los falso "yoes" o "yoes" transitorios de la presencia constante del testigo u observador que está siempre. Observamos que cuando nos identificamos con algún "yo" o pseudo-yo, experimentamos en el cuerpo las reacciones psicoemocionales de esa identificación, permaneciendo fuera del espacio, de ese espacio vacío y nuevo que es cada experiencia, y es ese espacio nuevo y vacío la experiencia a la que más nos resistimos.
3) Tratamos de permanecer en el espacio observando todos los falsos "yoes" que van y vienen y están siempre cambiando. Nos centramos en el YO libre de pensamientos, esa Presencia que, (para algunos), está detrás (para otros adentro; arriba; al costado; etc) de todos esos falsos "yoes".( Falso acá no es lo contrario de "verdadero" en el sentido científico, sino falso, entendido como cambiante, efímero y verdadero como PERMANENCIA, PRESENCIA PERMANENTE).
La invitación es que cada uno lo practique en el lugar en que estén, y sobre todo cuando aparece el pensamiento acelerado y judicativo, acompañado de fuertes sensaciones psicoemocionales, impidiendo la centración, la permanencia en el espacio de cada situación de la vida.
HOY: vamos a continuar con esta experiencia de autoindagación, de aprender a ser testigos, observadores de nosotros mismos.
CUALQUIER PENSAMIENTO PUEDE SER CONVERTIDO Y OBSERVADO COMO UN OBJETO.
1) cuando surja un pensamiento, observalo como un objeto, sé testigo del mismo. Separate y observá a la distancia cualquier cosa que aparezca en tu conciencia, pensamiento, sentimiento, emoción, sea lo que sea.
A mí me pasó que a medida en que iba observando, notaba que había más y más contenidos, y pregunté, si era porque estaba "peor", no sabía qué hacer con todos esos contenidos, un compañero dijo que sus pensamientos eran como monitos que saltaban de rama en rama, incesantemente, incluso se pasaban al árbol de los pensamientos de algún compañero. Liu respondió: sentate y observá, en general recién así nos damos cuenta de la cantidad de pensamientos que pasan por la mente y que si no los observamos, los actuamos. (Lo mismo me pasaba cuando hacía Tai Chi, o Chi Kung, pero luego, me ayudaba a observarlos, simplemente los observaba. Me di cuenta que cada pensamiento surgía de un espacio y se iba por ese esapcio. Liu nos decía, "quédense e ese espacio, uds no son sus pensamientos, uds. no son la mente.
Práctica:
Te invito a que, en la postura en la que estés, observes cómo estás sentado/a, dónde se apoya tu cuerpo, aceptá que tu cuerpo sea sostenido por los apoyos, observá la entrada y salida de aire por un momento, y por unos tres o cinco minutos, obsrves cada pensamiento que surja como si fuera un objeto, tratá de ser testigo del pensamiento, cualquiera que sea.
Cualquier reacción fisiológica que tengas, es porque te identificaste con ese pensamiento,VOS NO SOS ESO, VOS NO SOS LA MENTE.
Ahora estirate un poco, caminá, hacé cinco o seis entradas y salidas de aire y te volvés a sentar en una posición cómoda.
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