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sábado, 25 de abril de 2009

Perdona y cambia el rumbo de tu vida...

Autor: Dolores Lucia Colón

Este curso te desvela algunos secretos del perdón radical gracias a unos procesos sencillos, amenos y eficaces. Perdonarás y te perdonarás.Tu vida empezará a rodar con soltura, te sentirás más feliz y dueño de tu vida. Se esfumarán los conflictos y más cosas apasionantes que irás descubriendo.

Este curso te desvela algunos secretos del perdón radical gracias a unos procesos sencillos, amenos y eficaces. Perdonarás y te perdonarás.Tu vida empezará a rodar con soltura, te sentirás más feliz y dueño de tu vida. Se esfumarán los conflictos y más cosas apasionantes que irás descubriendo.

Perdonar:

A menudo en medio de nuestro día a día por un incidente se despiertan un dolor o una rabia inmensa sin proporción con el acontecimiento Se abren viejas heridas, recordamos a un tipo de agravio y de persona y desearíamos poder borrar a ese recuerdo y a esa persona de nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestra vida.

Lo deseamos con todas nuestras fuerzas porque nos hace sentir mal, nos menoscaba, corre como un veneno por nuestras venas y oprime a nuestro corazón.
No cuesta mucho entender que además de las heridas sus efectos colaterales y reincidentes como el resentimiento, el dolor, la vergüenza afectan negativamente a nuestra salud y nos condicionan la vida. Los estudios dicen que uno de los factores más determinantes del cáncer aparte de los genéticos y los malos hábitos se dispara a raíz de una gran pena reprimida en los 7-5 años anteriores a la aparición de la enfermedad.

Es maravilloso perdonar porque entonces nos sentimos liberados, además es necesario para proteger o recuperar la salud, garantizar el desarrollo personal y conseguir que nuestra vida funcione muchísimo mejor.
A menudo confundimos el perdón con otra cosa que puede ser amnesia voluntaria, represión, resignación y muchas otras formas de perdón que Colin Tipping estudia en detalle en su libro El Perdón Radical (www.perdonradical.es) En este curso hablaremos de este método de perdón ameno de descubrir y especialmente eficaz, cómodo y fácil de aplicar en el día a día con efectos inmediatos y contundentes.

¿Cuáles son esos efectos tan deseables? Que nuestra vida se vuelve más serena, más feliz y que las personas que nos hacen la vida imposible dejan de hacerlo, que los problemas se disuelven sin necesidad de luchar, argumentar ni enfrentarse. Nuestras heridas se convierten en fuerza y abono para una primavera personal apasionante y podemos empezar a crear nuestro propio presente y hacer funcionar las leyes del universo que nos hablan de abundancia, paz y amor.

Perdon, metodo radical:

Por un lado es radical porque con este método el perdón es rápido y fácil de conseguir con la liberación personal que supone. Esta al alcance de todos, no hace falta ser especialmente inteligente pero si tener inteligencia espiritual y ese tipo de inteligencia está a disposición de absolutamente todo el mundo.

No hace falta terapia previa para usarlo. Con el perdón tradicional cuando alguien nos ha herido gravemente, la terapia es necesaria para alcanzar un estado en que podamos emprender el proyecto de intentar perdonar. Para lograr resultados con el Perdón Radical no hace falta creer en él ni estar convencidos. Funciona de todas las maneras.
El perdón que conocemos afirma que - algo malo ocurrió pero voy a intentar perdonar a la persona que me lo hizo-.

Entonces en el primer plato de la balanza ponemos el deseo de perdonar pero como existe la convicción de que algo malo ocurrió, en el otro se introduce la necesidad de condenar.


Con el perdón que conocemos, oscilamos entre dos fuerzas contrapuestas.

Se calcula que de promedio tardamos de 20 a 30 años en perdonar de verdad a quien nos ha hecho daño. Por lo tanto, el plato de la balanza necesidad de condenar tenderá siempre a pesar más que el primero, deseo de perdonar, y es por esto que el perdón tradicional es tan difícil de lograr.

Perdon radical:

Para entender el Perdón Radical sirve mirar atrás y recordar una o dos cosas muy serias que nos ocurrieron y que deseamos no hubiesen ocurrido. Con la distancia que da el paso del tiempo y la experiencia, a veces sentimos que una parte de nosotros nos está susurrando - ¿sabes qué? Creo que ocurrió por algo-. Lo que nos dice esa parte de nosotros es que con aquella experiencia nos convertimos en algo más grande, más fuerte, mejor, en otras palabras que crecimos anímicamente. Aquello nos engrandeció de alguna manera. Este es un sentimiento universal.

Aquello ocurrió por algo, de acuerdo lo podemos aceptar, pero este pensamiento por si sólo no cura y puede deslizarse hacia la resignación que es una de las muchas formas de falso perdón que explica Colin en su libro.

Pero ¿cómo estar de acuerdo con lo que defiende el Perdón Radical? Lleva esta idea más lejos y afirma que la cosa no solo ocurrió por algo sino que todo ocurre por algo y que no hay excepción a la regla. Por eso es Radical.

Aceptar esa posibilidad se parece a saltar por encima de un abismo. ¡Por ahí no pasamos! Quizá logremos argumentarlo, entenderlo y aceptarlo a nivel intelectual, pero en el fondo se nos hace muy cuesta arriba afirmar - si, es cierto, todo ocurrió por alguna razón, lo entiendo, en el fondo nada malo ocurrió-. Nos resistimos y en nuestra mente acuden muchas objeciones y excepciones que oponer a esta regla. Las hay y de mucho peso.

Fingir hasta conseguirlo:

Lo que nos salva de volver eternamente a la casilla de salida es que no hace falta que estemos convencidos de esta idea, no tenemos que creérnosla para que funcione el perdón radical en nuestra vida. Sólo tenemos que pretender que esa idea es cierta. Aceptarla no como un dogma sino como una probabilidad, una base de trabajo.

Los resultados conseguidos por miles de personas confirman que lo único que necesitamos es estar abiertos un 1% a la posibilidad de que en el fondo nada malo ocurrió. Necesitamos contemplar la posibilidad de que todo lo que nos ocurrió en el pasado, nos ocurre ahora y nos ocurrirá en el futuro es exactamente lo que queremos para nuestro crecimiento psico-espiritual.

El resto, entre ellos el perdón efectivo, ocurre espontáneamente mediante el impulso energético producido por nuestra predisposición a lograrlo. Las herramientas diseñadas por Colin Tipping (www.perdonradical.es) se encargan de ayudarnos a expresar dicha predisposición. Esto lo convierte en un sistema práctico y eficaz que tiene efectos en nuestra realidad cotidiana y produce resultados inmediatos y de largo alcance.

Compruébalos en tu propia vida.

Al final de este pequeño curso probaremos una de las herramientas. Este ejercicio no tendrá ningún sentido para nuestra mente intelectual pero si tendrá mucho sentido para nuestra inteligencia espiritual que es esa parte de nosotros que conoce la verdad y que está siempre conectada con el mundo espiritual. El proceso que se sigue con cada herramienta activa esa conexión, nuestro cuerpo sintoniza con ella y la energía que alimenta la historia de victima se esfuma.

La pena y el perdon:

Sabemos que tenemos un cuerpo físico envuelto por cuerpos más sutiles o cuerpos energéticos. Supongamos que intentamos perdonar a alguien. La herida que nos ha producido ha quedado impresa en nuestros cuerpos y mucha energía emocional gravita en torno a ella.

Supongamos que sufrimos un abandono de niños, digamos a los cinco años. La energía emocional de nuestro dolor fue entonces reprimida y sepultada en el inconsciente. Esto no ha impedido que ese núcleo siga latiendo todo el tiempo. En algunos casos esa energía se abre camino hasta el cuerpo físico y al cabo de los años se densifica en una enfermedad física y de todas formas produce un patrón de repetición en nuestras vidas. Alguien que sufrió un abandono en la niñez, volverá a experimentar el abandono varias veces en su vida hasta alcanzar un despertar, es decir la consciencia de que se trata de una experiencia voluntaria que encierra un regalo anímico.

Lo que aparece como una flor en el dibujo es la herida con la energía emocional que gravita en cada historia de victima. Con las herramientas del Perdón Radical no ponemos el dedo sobre la herida ni tocamos a la historia de victima que la envuelve. Colapsamos el campo energético emocional que gravita alrededor de la herida. En cuanto desligamos la energía que alimentaba la historia de victima, esta tiende a marchitarse.

Otra forma de explicarlo:

Vamos a plantearla con una línea de tiempo desde el nacimiento hasta la muerte.

Por encima lo que vivimos conscientemente y por debajo de esta línea el universo subconsciente o inconsciente donde ha quedado sepultado mucho dolor, vergüenza, rabia, etc.

En esta ilustración tenemos el primer abandono a los 5 años, los sentimientos son empujados hacia las profundidades. Más tarde ocurrirá otra vez, más dolor reprimido, otro abandono, etc. ¿Quién crees está creando esto? ¿Quien crea el patrón de repetición en nuestra vida? Nosotros mismos. Pero ¿con qué fin se repiten las cosas una y otra vez?

Se repiten con el fin de proporcionarnos las experiencias emocionales que queremos tener en esta vida. De alguna manera es la experiencia que necesitamos y el contrato de alma que firmamos como seres espirituales a punto de emprender una experiencia humana.

Según este planteamiento lo que decimos aquí es que todo lo que ocurre alguna parte de nosotros lo crea para nuestro crecimiento espiritual. Es en este plano que nada malo ocurrió.
En el plano humano somos victimas del abandono nº 1 a los 5 años, luego crecemos, a los 16 llega nuestro primer amor y nos deja, es la forma nº 2 de abandono, luego nos casamos y al cabo de un tiempo tenemos nuestro primer divorcio, que también se vive como un abandono (nº3) . En cuarta posición está nuestro segundo divorcio...

Visto así parece que no lo estamos haciendo bien, ¿verdad? Parece que nuestra vida es un fracaso, un cúmulo de errores y que no conseguimos hacer las cosas bien. Pero la verdad es que no hemos cometido un sólo error en nuestra vida. Estamos cumpliendo al pie de la letra el contrato que firmamos antes de incorporarnos a nuestra experiencia humana presente.

Experiencia humana:

Para expresarlo de alguna manera, antes de venir a esta vida estuvimos ojeando el catalogo de Dios en la sección ¡Programe su experiencia humana! y seleccionamos unas cuantas cosas que nos parecieron interesantes:

- Quiero dos o tres divorcios, parecen entretenidos. ¡Oh! y también una bancarrota. Creo que con esto mi experiencia humana va a ser un éxito total. Y por fin me voy a enterar de lo que es esto que llaman ilusión de separación, la soledad y todo este rollo. Voy a vivir a tope con los cinco sentidos humanos. ¡Tienen una suerte estos humanos, pueden experimentar unas sensaciones que ni Dios! Pero no lo puedo hacer solo, necesito a alguien para casarme y luego divorciarme y ya que estamos pues que me engañe y me deje en la ruina. ¿Voluntarios?

Básicamente esto es lo que hemos venido a hacer aquí, es el juego, el drama del que estamos hablando, es la experiencia humana que diseñamos para nosotros mismos para aprender y crecer. ¿Qué tal? ¿Te gusta la idea? ¿Aunque solo sea un poquito? Es muy dura de asimilar del todo. A ratos la entendemos o la consideramos aceptable e incluso interesante. En otros momentos, sobre todo ante hechos que producen nuestra indignación, repugnancia u odio, no hay forma de considerarla valida. Y sin embargo...

Menos mal, no hace falta creerse esta idea para que el Perdón Radical funcione igual.

Basta con estar ligeramente abiertos a que probablemente la vida tiene sentido y que se despliega de acuerdo con un apasionante suspense espiritual.

Elegir:

La idea que la vida tiene sentido y que colaboramos en su despliegue desde lo potencial a lo tangible es una idea mucho más estimulante que la que solemos tener.

Esta nos mantiene atascados y su letanía es que el mundo es cruel, la vida es absurda y al final nos morimos.

¿Con cual de esos guiones nos quedamos? Pensemos que los dos son falsos. ¿Con cual queremos trabajar, el de víctima o el de co-creadores de nuestra vida? Podemos elegir.

Al principio del curso sobrevolamos la idea de que con algo de perspectiva sentimos que las cosas ocurren con un propósito. ¿Qué te parece? ¿Podemos llegar a conocer ese propósito? Por varias razones no nos es dado poder contemplar la gran panorámica espiritual, está fuera de nuestro alcance pero a ese nivel todo se entiende, se ven los hilos, la armonía general, el propósito común, etc.
Hemos dicho que el Perdón Radical es un método fácil pero sí que hay un escollo difícil de sortear... ¡sobre todo para los inteligentes! Es el de renunciar a preguntar/saber ¿por qué? Renunciar a saber porque las cosas ocurren y porque de tal o cual manera.

¿Por qué? Es una pregunta de víctima y una trampa que nos mantiene atrapados en la conciencia de víctima que produce repeticiones. Pero cuesta mucho renunciar a hacerlo porque estamos entrenados a preguntar

¿Por qué? ¿Cómo? Primero convénceme y después actuaré. Es de alguna manera la seña de nuestra superioridad humana, buscar y encontrar respuestas.

Dejar de preguntar ¿por qué? es muy difícil. Pero nos queda una solución probada, si medirás que parece una solución para idiotas pero a ver ¿Qué queremos? ¿Tener razón o funcionar? Esa solución es pretenderlo hasta conseguir resultados, es decir ¡pruebas! y renunciar a la lucha. No hace falta luchar. La cuestión para cada uno de nosotros es ¿estamos dispuestos a aceptar que todo sea más fácil, que no haya que luchar ni entender algo para que funcione? ¿Tan sólo abrirse a la posibilidad?

Alcanzar el despertar:

El Perdón Radical nos permite atravesar las pruebas con provecho, rapidez, agilidad y con el mínimo desgaste.

Recordemos que con la capacidad habitual de perdón que tenemos necesitaríamos unos 20 años para perdonar el primer abandono, 20 mas para perdonar el segundo, quizá 40 para perdonar el tercero y seguramente nos moriríamos antes de acabar de perdonar el último.

Cuando nos abrimos un poco a la posibilidad de que hemos creado cada una de estas cosas para nosotros mismos y que atrajimos la gente para ayudarnos, lo que ocurre es que lo recorremos y lo perdonamos muy, muy rápido. Estar abiertos a esta posibilidad es lo único necesario.

Y ahora para satisfacer un poco nuestras mentes curiosas e inquietas vamos a ver como funciona. Decimos que cada uno de los abandonos es una experiencia que tiene sentido y fue creada por nosotros mismos con un fin espiritual. Desde esta perspectiva nada malo ocurrió y no hay nada que perdonar. Así tenemos la oportunidad de atravesar esas experiencias con rapidez y sin dolor innecesario. ¿Te parece una buena idea?

En lugar de estar 20 años a merced del resentimiento, sintiendo dolor y rechazo ¿qué te parece recorrerlo en unos días o unas semanas, hacer la experiencia de los sentimientos y pasar a otra cosa? Además te voy a revelar una cosa. La más importante de este curso.

Digamos que estamos en el punto ¡Vaya! de nuestra vida y un pequeño incidente nos dispara una reacción emocional completamente desproporcionada. Seguimos con nuestro ejemplo original de abandono que nos habita desde la niñez. Un día quedamos con alguien y no acude a la cita. Es un pequeño abandono ¿verdad? Pero explotamos, intentamos localizar a esa persona para reprocharle su falta de consideración, por la noche no conseguimos pegar ojo, estamos indignados.

¡Perfecto! Lo que tenemos aquí es una oportunidad fantástica de transformar toda la energía que acumulamos en torno al tema abandono gracias a una de las herramientas que están en el libro y en la web www.perdonradical.es.

Si jugamos bien nuestras cartas, detectamos esa reacción desproporcionada y tenemos los buenos reflejos de decirnos - voy a rellenar una plantilla y perdonar a esta persona por haberme plantado-. A cambio de unos minutos de nuestra vida dedicados a recorrer el proceso por el que nos guía la herramienta no solo habremos perdonado a esta persona sino a la del abandono nº 1, la del 2, del 3... Estaremos erradicando al nº 1, al 2 al 3 y al futuro nº4 pues si perdonamos al punto ¡Vaya! el abandono nº4 no ocurrirá. ¿Qué te parece?

Disolver los problemas:

El poder de las herramientas que diseñó Colin es disolver esa la energía. No solucionamos los problemas, los disolvemos. Porque es solo la energía ligada al primer abandono que hace que el abandono se repita. A la que detectamos una cosa sin importancia que nos altera mucho rellenamos por ejemplo la plantilla Un lugar para el milagro y de una manera bastante incomprensible logramos liberarnos de una enorme carga.

Recuerda que no hace falta creer en ello, solo estar un poquito abierto a la idea que todo lo que ocurre tiene sentido y que las personas que entran en nuestra vida y nos perjudican en realidad son nuestros cómplices espirituales y en este sentido no son enemigos sino ángeles sanadores. ¡Otra cosa imposible de aceptar! pero nos queda pretender que así es. Y perdonándoles nos perdonamos a nosotros mismos. ¡Muy interesante! Colin desarrolla este importante punto en su libro junto a otros igual de apasionantes.

Es por eso que el Perdón Radical es radical y por suerte no hace falta que nos lo creamos, sólo tenemos que pretenderlo y nada más. Y una vez nos hemos acostumbrado a acudir a ese espacio donde hacemos como si, al cabo de cierto tiempo se convierte en algo natural permanecer casi todo el tiempo en él. Nuestra vida empieza a rodar, no nos alteramos tanto y si lo hacemos se soluciona con mucha rapidez. Nuestra vida funciona sin esfuerzo ni lucha y entramos en un proceso transformacional imparable.

Este método se puede aplicar en todas las áreas de nuestra vida: en la privada, profesional, social, política, espiritual... En último término resulta que estamos participando activamente a que haya paz en el mundo. Es un tópico pero es cierto que la única razón por la que tenemos guerras al exterior es porque las tenemos en nuestro interior. Cuando a nivel individual empezamos a elegir la paz gracias a las herramientas en las situaciones que nos alteran, esa paz irradia hacia el exterior y de ahí al mundo entero. ¡Eso es tener poder!

Te invito a esa felicidad y eficiencia.

Herramientas de perdon radical:

Ahora probaremos una de las herramientas de perdón radical (se pueden descargar gratis desde www.perdonradical.es). Antes de empezar tomate unos segundos para reambientarte en una situación que últimamente te ha sacado de tus casillas o que te ha dolido. Recuerda el lugar, la situación, la gente involucrada, lo que paso o no pasó y debía haber pasado, tus reacciones, tus sentimientos, tu malestar, lo que sientes ahora dentro de ti. Cuando lo tengas bien vivo lee y sigue las instrucciones de la herramienta siguiente:   Perdón Radical en 4 etapas. Después comprueba en ti lo que se ha movido y en los días siguiente las modificaciones en tu realidad y en el comportamiento de los demás.

Perdon radical en 4 etapas:

En cuanto te sorprendas juzgando, teniendo razón o queriendo cambiar algo con respecto a una situación utiliza este proceso para devolver tu estado de consciencia al presente, soltar la ilusión y alinearte con la verdad espiritual. En cada etapa elige la postura de aceptación que más se parece a la que sientes. Sé sincero, no importa lo que elijas, lo harás bien, funciona igual. (N. de T. Toque de humor añadido para las respuestas.)

Primera etapa: ¡Vaya lo que he creado!
Esta etapa nos recuerda que somos los creadores de nuestra vida y que en realidad hemos montado todas las circunstancias de la situación que nos enoja para ayudarnos a aprender y crecer espiritualmente o para sanar una herida o una profunda convicción negativa que nos priva de nuestra alegría y felicidad.

Vale Bueno Quizá Lo dudo Ni hablar

Segunda etapa: 
¡Noto mis juicios y me quiero de todas maneras!
Esta etapa reconoce el hecho que como humanos tendemos automáticamente a atar una coletilla de juicios, interpretaciones y creencias a cualquier situación. Creamos rápidamente una historia de víctima y procuramos hacer recaer la culpa sobre los demás. Este comportamiento forma parte del ser humano. Por consiguiente debemos reconocer y aceptar amorosamente nuestros sentimientos. Nos proporcionan buena información sobre nuestro estado de consciencia y nos dan pistas sobre las heridas y las profundas convicciones negativas de nuestro subconsciente.

Vale Bueno Quizá Lo dudo Ni hablar

ME SIENTO (por ej. enfadado, triste, frustrado, resentido...)........................................................................................................................................................................

MIS HERIDAS: (traición, abandono, abuso, daño, rechazo, privación, desprecio...) ..............................................................................................................................................

Tercera etapa: ¡Acepto ver la mano divina en esta situación!

a) Aquí intentamos re-enmarcar la historia mostrándonos dispuestos a abrirnos a la idea que si nuestro yo superior ha creado esta situación (como dijimos en la primera etapa) entonces nuestra vida se está desplegando exactamente como debe y que todo está divinamente en orden. Es lo que queremos para el viaje de nuestra alma. Nada malo está ocurriendo y no hay nada que perdonar. (Aquí la palabra clave es la PREDISPOSICIÓN. Basta con un poquito de predisposición a abrirse a esa posibilidad.)

b) Esta etapa también nos invita a considerar la posibilidad de que hemos atraído a las personas con las que estamos enfadados para proporcionarnos esa experiencia. Nos están haciendo cosas porque nuestra alma y las suyas acordaron hacerlo unos por otros. Por consiguiente en este sentido no son enemigos sino ángeles sanadores porque sin ellos no habríamos tenido la oportunidad de crecer o de sanar ciertas profundas convicciones negativas.

Vale Bueno Quizá Lo dudo Ni hablar

CONVICCIONES NEGATIVAS PROFUNDAS: ¿Con cual te identificas?
- No soy lo bastante bueno/a.
- No merezco recibir nada.
- Tengo que ser perfecto/a para ser amado/a.
- Soy feo/a.
- Nunca me amaran. Siempre me abandonaran.
- No merezco amor. Siempre me traicionaran.

Esta etapa nos ofrece la posibilidad de detectar que lo que vemos y odiamos en otras personas es en realidad lo que no soportamos de nosotros mismos y que hemos negado, reprimido y proyectado en ellos.

Las cosas que me disgustan de (nombre de él/ella) .................................son.....................................................................................................................................................................................................................................................................

¡SI LO SACAS, LO VES!

Estoy dispuesto a reconocer que ......................... me está reflejando algo sobre mi que he negado y reprimido y ahora estoy dispuesto a amar y aceptar esa parte de mí, sea la que sea, ahora mismo, y agradecérselo a ......................... por darme la oportunidad de sanar.

Vale Bueno Quizá Lo dudo Ni hablar

Cuarta etapa:
 ¡Elijo el poder de la paz!
Al aceptar que la situación contiene y sirve un propósito divino y que lo que parece ocurrir es quizás ilusorio, elegimos entregarnos al espíritu y sentir paz, sabiendo que podemos utilizar el poder de la paz en paralelo con cualquier acción que debamos tomar.

Suelto todos los sentimientos, los juicios y el resentimiento que tenía en la primera etapa y elijo la paz.

Vale Bueno Quizá Lo dudo Ni hablar

Nota para ..........................., después de realizar esta plantilla ahora siento...........................................................................................................................................

Nota para mi: después de realizar esta plantilla, yo ...............................................................................................................................................................

Diario de milagros: anota cualquier milagro que se produzca en los próximos días por haber hecho esta plantilla.


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