Descubrir el misterio de la vida...

Descubrir el misterio de la vida
Por Jascha
jascha@despertardiv ino.cl
www.despertardivino .cl

Descubrir el misterio de la vida parece ser el motor impulsor del camino recorrido por tantos buscadores espirituales, encontrar una explicación que le dé sentido a la existencia ha sido una necesidad presente en el ser humano desde tiempos pretéritos.
Algunos han encontrado este sentido en la religión, otros en una espiritualidad más libre, otros en explicaciones karmáticas, en aprendizajes álmicos, otros esperan naves interplanetarias con seres evolucionados que vienen a ayudarnos, otros creen conocer un plan divino, muchos se anestesian con metas y urgencias que la vida terrenal impone, para no tener así que pensar en una interrogante para la cual no encuentran respuesta. Hay muchas y respetables maneras de intentar encontrar una explicación que nos ayude a calmar nuestra inquietud interior.
Desde mi punto de vista, todas estas formas curiosamente tienen tienen un elemento en común y es que nos impulsan a poner la atención en una promesa futura que se cumplirá algún día: iremos al cielo, evolucionaremos, despertaremos, aprenderemos, nos iluminaremos, nos rescatarán, recordaremos, comprenderemos. En cierto sentido lo que hacemos es tener fe que el verdadero sentido de nuestras vidas se revelará o se manifestará en el futuro, de esta forma un presente en apariencia sin sentido parece ser más llevadero.
Y es que sin duda la vida tiene tanto de dulce como de agraz, es innegable que la existencia nos proveerá en muchas ocasiones de experiencias poco gratas, algunas incluso dolorosas, las circunstancias de nuestra vida y de la de quienes amamos, muchas veces no serán aquello que hemos deseado. Continuamente en nuestro interior se despiertan emociones que no nos agradan y que nos enferman, nuestros pensamientos a veces parecen tener vida propia, más a menudo de lo que quisiéramos juicios y pesimismos aparecen en nuestra mente en forma automática.
Sí, la vida no es siempre lo que queremos que sea, puedes practicar visualizaciones, ejercitarte en tener pensamientos positivos, organizar cadenas de oraciones, comunicarte con los ángeles, ser poderoso y millonario, desprendido y entregado, pero tarde o temprano llegará a tu vida una experiencia dolorosa que te estremecerá y entonces todas tus iluminadas y precisas conclusiones temblarán.
Entonces, ¿Tiene sentido está vida?, ¿Cuál es ese sentido? No tengo respuestas para estas interrogantes, yo sólo sé que estoy viva y que quiero disfrutarlo, para mí mi camino espiritual me ha llevado a concluir que cada día tiene su magia, cada experiencia trae un regalo. Quizás descubrir el misterio de la vida sólo signifique rendirse ante la maravilla de la existencia, aceptar que el Universo completo descansa en un equilibrio que no comprendemos y que nuestra vida es parte de ese equilibrio.
Mientras escribo estas letras escucho el canto de los pájaros tras mi ventana, miro hacia afuera y veo dos arbustos de camelias: uno de ellos lleno de hermosas flores rosadas, que todos los años en esta época me regalan su belleza, a su lado crece un arbusto más débil, esta planta año a año se llena de botones que se secan y caen antes de florecer y ¿sabes qué? Por primera vez este año, ha dado una pequeña y tímida flor blanca, que me sonríe cada vez que la miro, esa pequeña e incipiente flor que creció en una arbusto mustio, me ha dado más alegría que las otras decenas de maravillosas flores rosadas que brotan a su lado.
Quizás el misterio de la vida radica en permitirnos encontrar alegría en las cosas simples, en brindarnos cada la mañana la oportunidad de escuchar el canto de los pájaros, en sonreírle a las flores, en comprender que no tenemos que ser perfectos para maravillarnos con el florecimiento de nuestro ser, en entender que no importa cuán difíciles puedan ponerse las cosas siempre habrá una alegría que descubrir y algo porque maravillarnos.
Quizás más que esperar que se cumplan profecías, llegó la hora de prometernos a nosotros mismos que nos respetaremos, valorizaremos, aceptaremos y agradeceremos por estar vivos. Quizás para ti como para mi, llegó el momento de comprender que a través del amor hacia nosotros mismos iremos amando al otro y a las circunstancias de nuestras vidas y sin cuestionamientos ni resistencias de a poco iremos descubriendo pequeñas, sonrientes y tímidas camelias blancas brotando por doquier.