Por Anne Astilleros.
Soy una expresión perfecta de la vida. Creo y a la vez atraigo todo el apoyo universal que necesito para realizarme en la tierra; estoy atento/a.
Naturalmente atraigo cualquier cosa que pueda desear. Me enfoco, ya, en la sensación que me causa el disfrutar de esa cosa, no en la sensación de espera.
Mantengo viva mi energía, en el aquí y ahora, para atraer entre otras cosas, mi nuevo coche (o lo que tú desees obtener).
Confundido/a por un gran desprecio hacia mí mismo/a, me desmoralizaba día tras día en un trabajo que no me gustaba. Hoy, disfruto de un trabajo que responde a las vibraciones de mi autoestima creciente.
Cuando me atrevo a pedir lo que realmente quiero, el universo se pone inmediatamente en obra para que esto me llegue. Siento gratitud.
Desde que me dedico un tiempo cada día, puedo oír las respuestas a mis preguntas importantes en mi propio interior. Ya no me siento ni solo/a, ni desamparado/a.
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