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sábado, 17 de enero de 2009

Angel del mes Enero 2009.


La alegria de volver a comenzar.....2009.

Despertar...!

Así como el sol, nos muestra el nuevo día, el espíritu de Dios en nosotros, nos muestra la gloria divina en toda creación. Esta gloria, en nosotros y alrededor de nosotros, está presente en toda situación.Al centrar tu corazón en Dios, puedes calmar los pensamientos y contemplar la maravilla de toda creación y tu unidad con ella. Respira profundamente, ponte cómodo y suelta poco a poco las preocupaciones del día. Tu único propósito en este momento es sentir la tranquilidad de la oración y mantener estas palabras en tu corazón:
Querido Dios, me despierto a Tu espíritu en mí, y veo Tu presencia activa en toda creación.Dios, los momentos que paso en comunión contigo son verdaderamente una bendición. Durante estos momentos, abro mi mente y corazón y me armonizo con Tu espíritu de paz en mí.Al reconocer cada vez más Tu espíritu de paz, un nuevo sentido de tranquilidad me llena. Estoy consciente de la serenidad de Tu presencia moradora, sosteniendo y apoyándome siempre.Nada perturba la paz de mi alma cuando paso tiempo en oración silenciosa contigo...
La luz guiadora de Dios me envuelve.Querido Dios, en la misma manera en que los tibios rayos del sol abrazan la Tierra, Tu espíritu de amor me abraza.Durante este tiempo sagrado, encuentro paz en Ti, y siento la seguridad de que Tu sabiduría me ilumina... me calma... me guía.Al sentir el calor de Tu luz, me despierto en mente y espíritu. Abro mi mente a Tu sabiduría y a las respuesta que Tú me revelarás en el momento apropiado.Te entrego toda preocupación, querido Dios, consciente de que Tú me guías suavemente hacia experiencias maravillosas que me satisfacen.Mantengo calma y tengo confianza, sabiendo que todo lo que guardo en mi corazón está bajo Tu cuidado y que todo está bien al compartir contigo en el silencio de la oración...
El espíritu sanador de Dios en mí restaura mi energía y vitalidad.Al seguir orando, mi mente se tranquiliza, mi cuerpo se relaja, mi corazón se llena del gozo de saber que Tu espíritu, Dios, está activo en mí. Sintiendo aún más tranquilidad ahora, descanso en la poderosa y constante presencia de Tu espíritu sanador.Soy Tu creación divina. Tú me creaste para vivir en paz e integridad, para experimentar energía y vitalidad. Esta verdad sagrada me aviva, y reconozco la perfección de Tu espíritu.Tu espíritu glorioso fluye por cada parte de mi cuerpo, dándome energía, revitalizándome, llenándome de paz.Con la seguridad de que la curación ocurre en mí y en aquellos por quienes oro, respiro Tu espíritu de vida y siento Tu actividad sanadora en lo más profundo de mi ser al regresar al silencio de la oración...
El espíritu todo proveedor de Dios me prospera.Tú, querido Dios, bendices toda creación al proveer la sustancia necesaria para medrar y crecer.En este momento devoto, reconozco Tu espíritu todo proveedor. Lo siento en mí... Lo veo obrando en mi vida, y estoy en paz.Con fe, acudo a Ti, querido Dios, para todo lo que necesito. Tú me llenas de esperanza y paz. En lo más profundo de mi corazón, sé que Tú me cuidas y que bendices todo asunto en mi vida. Me das la seguridad de Tu amor y properidad.Gracias, por ser la fuente de mi bien, la fuente constante y amorosa de mi provisión. Con agradecimiento, paso un momento en oración silenciosa...
Al terminar este tiempo de oración, doy gracias por el despertamiento espiritual que ha ocurrido en mí. Estoy consciente de que el espíritu de Dios, Su espíritu glorioso en mí, sigue obrando en mi vida mientras oro la “Oración de protección”:
La luz de Dios me rodea; el amor de Dios me envuelve; el poder de Dios me protege; la presencia de Dios vela por mi. ¡ Dondequiera que estoy, está Dios!

www.unity.org

Meditacion para el mes de Enero 2009.

No soy yo, sino el Cristo en mí quien hace la obra.
“¿Me necesitas? Estoy aquí contigo.” Dejemos que estas palabras de James Dillet Freeman resuenen en nuestras mentes mientras hacemos una pausa en nuestra rutina diaria para pasar un momento tranquilo de oración. En este nuevo año, un tiempo para comenzar de nuevo, sabemos que Dios está con nosotros de día o de noche.Con esta conciencia nos unimos en oración sagrada ahora.
La presencia de Dios lo abarca todo y en Su presencia, estamos en paz.
La paz llena nuestros corazones mientras nos relajamos, respiramos profundamente y descansamos en una conciencia de la presencia del Dios en nosotros. Dios es nuestra fortaleza, nuestra confianza de bien ilimitado.
“¿Me necesitas? Estoy aquí contigo.” Suavemente liberamos cualquier inquietud y nos hacemos receptivos a la paz… sabiduría… y el gozo. Al estar nuestros corazones en armonía con Dios, sentimos serenidad. Ahora, en este momento, sólo está Dios… y la bendición del amor divino. Sentimos que este amor nos envuelve y nos llena, en mente, cuerpo y alma, con infinita paz y gozo.
Al descansar en este momento tranquilo, nos relajamos y oramos ahora…
Comenzamos este nuevo año con confianza, con fe en que Dios ilumina nuestro camino.
Dios es nuestra fortaleza, nuestra fuente verdadera de guía en toda circunstancia. Hacemos una pausa y descansamos en la conciencia de que Dios está verdaderamente en nosotros como una presencia amorosa y luz guiadora.
Con corazones en armonía con Dios, nos sentimos llenos de gratitud y sabemos que somos guiados a nuestro bien. Suavemente liberamos cualquier duda o inquietud y dejamos que la paz y la confianza llenen nuestras mentes y nuestros corazones.
Dios alumbra nuestro camino e ilumina el sendero delante de nosotros. Sabemos lo que tenemos que hacer. Con fe en Dios y anticipando la respuesta a la oración, regresamos a la quietud de la oración…
La energía divina revive nuestras mentes y nuestros cuerpos. Recibimos renovación.
Dios es nuestra fortaleza y la fuente de energía sanadora y vitalidad. Damos gracias por esta verdad al acudir a nuestro interior. Respiramos profundamente ahora y llenamos nuestros pulmones de la vida divina. Mientras respiramos, sentimos esta energía poderosa que se mueve en nosotros para restaurar salud y vitalidad. Al exhalar, dejamos ir cualquier pensamiento de imperfección y nos relajamos en la amorosa presencia de Dios.
Escuchamos el susurro de la promesa: ¿Me necesitas? Estoy aquí contigo. Dios está con nosotros como una corriente sana-dora de forta-leza renovadora. Con Dios somos saludables en mente, cuerpo y espíritu.
Con gratitud, respiramos profundamente ahora y afirmamos salud y plenitud al orar&
Dios nos creó para llevar una vida de abundancia. Aceptamos nuestro bien.
Dios es nuestra fortaleza y nuestra fuente de abundancia ilimitada. Sostenemos este pensamiento ahora para afirmar prosperidad. La abun-dancia, nuestras relaciones personales, nuestras expresiones creativas, nuestros pensamientos e ideas y nuestras obras llenan nuestras vidas. Con todo esto y más, vivimos disfrutando de prosperidad y satisfacción.
¿Me necesitas? Estoy aquí contigo. En estos momentos fervorosos, sentimos la presencia de Dios en nosotros que amorosa-mente nos guía a una vida abundante. Todo lo que deseamos ya es nuestro por medio de la provisión omnisciente de Dios.
Nos relajamos conscientes de la abundancia del universo y damos gracias por el bien que fluye a nosotros ahora y siempre. Al afirmar y reclamar el bien que es nuestro, oramos&
En esta temporada de amor, compartimosnuestros regalos de paz con el mundo.
Visualizamos ahora a toda la gente unida en espíritu, viviendo en paz y armonía. Afirmamos que cada persona es guiada divina-mente y está llena de comprensión en mente y corazón.
Sabemos que la presencia armoniza-dora de Dios mora en cada ciudadano, líder, país y circunstancia para establecer paz en el mundo.
Afirmando armonía, cooperación y comprensión para todos, oramos ahora&
Al terminar este tiempo de oración, damos gracias por el espíritu de unidad y por las muchas bendiciones que se revelarán a nosotros en las semanas y los meses venideros. Agradecemos la presencia amorosa de Dios que siempre está con nosotros para sustentarnos plenamente.
Mantenemos esta verdad en nuestros corazones mientras oramos juntos la Oración de protección:
La luz de Dios nos rodea;el amor de Dios nos envuelve;el poder de Dios nos protege;la presencia de Dios vela por nosotros.¡Dondequiera que estamos, está Dios!

www.unity.org

Mensajes Poderosos.

Mensajes Poderosos por Anne Astilleros

Mi lucidez y mi paz interior me hacen ver la vida y los acontecimientos del día a día, con ojos más serenos. Me siento liberado/a.

Siento una profunda gratitud por disfrutar sanamente de mi vida; me siento dichoso/a por mi gran disposición para atraer situaciones armoniosas.

Mi vida me parece perfecta tal y como es, con sus constantes cambios y sus nuevas motivaciones. Soy flexible.

Soy libre de elegir mis experiencias, atraigo lo mejor para mi mismo/a. Las personas de mi entorno aprecian mi evolución tal y como yo la dirijo.

Me familiarizo con una alimentación más natural, respondiendo así a las verdaderas necesidades de mi cuerpo.

Cada día privilegio un espacio de relajación necesario para mi cuerpo, mi mente y mi salud en general. Rejuvenezco mi cuerpo y mi piel con buenos tratos.

Elijo deportes en la naturaleza sea cuál sea la estación del año. Cualquiera de ellos me mantiene más cercano/a a ella y más presente en mi cuerpo.

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