Por Anne Astilleros..
Me mantuve preso/a de la tristeza mientras creí que era mía. Hoy, disfruto de mi vida sin falsos conceptos o cargas emocionales ajenas a mí.
Acabo de descubrir que he venido a la tierra a vivir una vida de plenitud y que, gozar con mi personalidad y de mi vida no es algo egoísta ni algo malo.
Antes pensaba que alcanzar el bienestar, de vez en cuando, ya era mucho. Hoy sé que no es cuestión de elegidos, sino que cada uno de nosotros se sacia de la misma fuente, y dispone de las mismas posibilidades.
Mi vida es preciosa y yo no me daba cuenta; pues siempre me comporté como si no me perteneciera.
Me alegra tener pensamientos dignos de mí. Generar felicidad me hace sentir vivo/a. Amo involucrarme en mi existencia.
Me alegro por cualquier cambio positivo que haya hecho en mi vida, por cualquier mejora, soy un/a enamorado/a de la vida.
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