El poder de la Gratitud...

El poder de la gratitud por Peter A. Stilla
¿Qué haces cuando algo bueno sucede en tu vida? ¿Das gracias a Dios? Lo que muchos descubrimos en esas ocasiones es que el mero hecho de recibir no nos da felicidad, es la acción de expresar gracias lo que añade a nuestra alegría.
La gratitud es una fuerza poderosa en nuestras vidas; sin embargo, no la usamos tan a menudo como debiéramos. Es típico en nosotros expresar gracias por tales bendiciones como recibir un aumento de sueldo o completar exitosamente un proyecto. Sin embargo, tal vez no expresemos gracias y aprecio con regularidad en otras ocasiones: antes de ser contestadas nuestras oraciones o simplemente por las bendiciones corrientes de todos los días.
Tal vez te preguntes, ¿no es la gratitud una reacción por algo bueno que sucede? Sí, sin embargo, ella es también mucho más. La gratitud es productiva. Más que un acto de cortesía, expresar gratitud es una práctica que enriquece nuestra espiritualidad. Es una manera de vivir y de expresar fe. Dar gracias demuestra la comprensión de que Dios te ama y que todos los sucesos de tu vida tienen la intención de bendecirte y de desarrollarse para tu bien.
La gratitud es una de las llaves espirituales supremas que abren la puerta al gozo y la satisfacción perdurables. ¡Y lo mejor sobre la gratitud es que produce aún mejores cosas por las que estar agradecidos!
Un método maravilloso de usar la gratitud de un modo espiritual y productivo es el dar gracias a Dios cada día por lo que ya tenemos. Puede haber veces cuando tendemos a tomar nuestras bendiciones por sentado y anhelamos lo que parece faltarnos, pero encontramos que eso no es una actividad espiritual productiva. De hecho, ella puede causar descontento.
Cuando miramos alrededor y vemos las muchas maneras en que Dios ha bendecido la Tierra y cada vida en ella, comprendemos lo mucho por lo que debemos dar gracias. Tenemos hermosos atardeceres, bellos lagos y playas, montañas que nos causan asombro, variedad de fauna, los colores brillantes de otoño, amor y risa con familia y amistades, y tantísimos más. Dios ha bendecido a cada uno de nosotros con todas esas cosas para enriquecer nuestras vidas y mostrarnos la profundidad de su amor.
Comienza a dar gracias
Aun cuando la vida parece tumultuosa, puedes encontrar algo por lo cual dar gracias. En medio de un reto, descubrirás que expresar gracias es muy provechoso.
Si necesitas curación, puedes dar gracias a Dios por la vida divina en ti que es fuente de salud y energía renovadoras. Al dar gracias aun por la menor señal de curación, abres el camino para mayor actividad sanadora. Si enfrentas una dificultad financiera, puedes dar gracias a Dios por ser la fuente de provisión que satisface toda necesidad. Las ideas prósperas de Dios llenan tu mente y te guían a nuevas bendiciones. Cuando te detienes y consideras que Dios es tu infalible ayuda en toda circunstancia, no puedes menos que sentir que la gratitud surge en ti.
Si sientes ansiedad, da gracias a Dios por permanecer en ti como la paz y la serenidad que te llenan de aplomo y confianza para enfrentar toda situación. Si tu vida parece caótica, da gracias a Dios como tu fuente de orden divino y observa cómo las circunstancias comienzan a volver al orden. Al expresar gracias a Dios en todas esas situaciones, abres tu mente a Dios y permites que Su bondad fluya en tu vida.
Tal vez encuentres más difícil expresar gratitud en ciertas situaciones, o cuando tu oración aún esté por ser contestada. En esos momentos, puedes encontrar ánimo en la Biblia: “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle y denle gracias también” (Flp. 4:6, Versión Popular).
Toma tiempo para orar, y al hacerlo, expresa gratitud anticipadamente y espera completamente que la respuesta llegue. Recibirás la seguridad de oración contestada, y aunque ella no llegue de la manera que esperabas, ten la seguridad de que será una bendición para ti.
Tienes a tu disposición un poder maravilloso, la gratitud. Al mantener y expresar una actitud de agradecimiento, cultivas la conciencia de Dios como presencia activa y amorosa en tu vida., y el bien será el infalible resultado de tus oraciones. Da gracias ahora y espera las bendiciones de Dios.

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