Presentación del curso
Ve en busca de esa ansiada felicidad y éxito personal cambiando tu manera de ver la vida y elevando tu autoestima. Descubre hoy las maneras para ser mejores cada día. Olvida las malas experiencias y aprende a vivir el hoy apreciando lo que la vida te ofrece. Aprende a lidiar con la adversidad reforzando la amistad, el buen ánimo, la aceptación de los defectos propios y ajenos, y el dominio propio.
Capítulo 1:
Trabajar para crecer
Compartamos: Trabajemos para crecer
Las buenas cosas hay que cuidarlas. Si la perfección solo le pertenece a Dios, el trabajo por ser cada día mejores, es patrimonio de la condición humana. Las herramientas se nos dan y con ellas la capacidad de ir adquiriendo la maestría para utilizarlas cada vez mejor. No importan las limitaciones que físicamente o, incluso mentalmente aparezcan...
Siempre se presenta la oportunidad de buscar mecanismos compensatorios para que cada vida tenga la opción de ser útil y llena de sentido. La humanidad encuentra consuelo y esperanza cuando reconoce los logros de personas que, a pesar de padecer enfermedades o discapacidades, logran llegar a la cúspide de sus seños y además hacen de su vida un testimonio de superación y amor. Y ahí radica el gran secreto: el amor por sí mismo, el amor a los demás y el amor por lo que se hace.
Las personas que así caminan son capaces de disfrutar de una espiritualidad muy limpia y con ello, de un diario caminar agradable y fructífero. Sin embargo, siempre existe la contraparte. La capacidad y la inteligencia al servicio de la destrucción y la rabia. Existen entonces personas incapaces de vivir la armonía de su prójimo. Sus vidas transcurren matizadas por el chisme y la intromisión. Su mejor arma es la calumnia y su caldo de cultivo es la limitación que en sus almas se ha ido desarrollando hasta el punto de llevarlas a la alergia a las buenas cosas de los demás.
En esa categoría caen y se van enrolando los egoístas, los tramposos, los manipuladores y muchos otros personajes que maquillan su imagen, rezan, emiten discursos prolijos, escriben en medios de comunicación, sacan sus voces al aire a través de micrófonos que todo lo aguantan, mantienen la sed de reivindicación y venganza a flor de piel y mueren de rabia cuando se topan con personas que no logran enrolar en su triste y mezquino estilo.
Afortunadamente en el mundo es ancho y ajeno, como escribía Ciro Alegría. Todo es susceptible de revisarse y corregirse. La inteligencia y la herramienta se pueden armonizar de tal manera que solo trabajen para hacer el bien y esa oportunidad la tiene cualquiera aunque en el pasado haya cometido muchos errores. Por eso Dios nos dotó de otra posibilidad: la nobleza y la capacidad de perdón y, además nos da un regalo inmenso y lleno de nuevas posibilidades, llamado futuro. No tizne la posibilidad de un buen mañana con las manchas del ayer.
No impute a otros y al mañana sus fracasos del ayer, sus dolores, sus prevenciones. No llene de obstáculos el camino que aún no ha recorrido. No siga cometiendo los mismos desafueros que movieron a su corazón cuando estaba en la tormenta... Todo tiene un mañana y el perdón es una puerta que se abre para hacer el camino más fácil; pero cada cual es responsable de su camino, de sus decisiones y de la manera como lo quiera afrontar: encadenado al ayer y sus secuelas o enriquecido por el ayer y su aprendizaje. Por eso, no maltrate las cosas buenas que hoy le llegan, no las decore con los falsos adornos del pasado y obviamente, no permita que su vida se vaya contaminando de las amarguras irreconciliables de otros.
No hay peor dolor y nada que genere más agresividad que la injusticia ni peor error que ver en la cara de la gente honesta, el rostro de la gente inadecuada. Cuide las cosas buenas que tiene y eso incluye la responsabilidad que lo acompaña para mantener su vida alejada de lo inadecuado. Dios es el único Ser perfecto y los hombres tenemos la opción de ir creciendo, no de ir decreciendo.
Capítulo 2:
Puntualidad
Enredados / Ojo con la puntualidad
Al Padre Pascual le estaban haciendo su cena de despedida por 25 años de trabajo en una parroquia. Un político miembro de la comunidad fue invitado para dar un breve discurso. Como el político tardaba en llegar, el sacerdote decidió decir unas palabras para llenar el tiempo.
"Mi primera impresión de la parroquia la tuve con la primera confesión que me tocó escuchar. Pensé que me había enviado el Obispo a un lugar terrible, ya que la primera persona que se confesó me dijo: Que se había robado un televisor, que les había robado dinero a sus papás, que había robado también en la empresa donde trabajaba, además de tener aventuras sexuales con la esposa de su jefe. También en ocasiones se dedicaba al tráfico y a la venta de drogas.
Me quedé asombrado, asustadísimo... pero cuando transcurrió un tiempo, fui conociendo más gente y vi que no eran todos así, vi una parroquia llena de gente responsable, con valores, comprometida con su fe. Y así he vivido los 25 años más maravillosos de mi sacerdocio".
Justamente en ese momento llegó el político, por lo que se le dio la palabra. Por supuesto, pidió disculpas por llegar tarde y empezó a hablar diciendo:
"Nunca voy a olvidar el primer día que llegó el Padre a nuestra parroquia... de hecho, tuve el honor de ser el primero que se confesó con él...".
Moraleja: ¡nunca llegues tarde! La puntualidad es un hábito valioso.
Reconcíliate con la vida tal como es ahora.y............ACTUA
Vive y acepta tus circunstancias. Dios te hizo tal como eres y te colocó donde estás. No pierdas las oportunidades que se te están presentando. Sólo vivimos un día ¡Hoy!
¡Amo a quienes anhelan lo imposible!
Capítulo 3:
Reflexiones
Todos los días debemos dar más de lo que se espera de nosotros.
El hombre puede modificar su vida, cambiando su actitud hacia ella.
Vale más hacer algo y fracasar que no hacer nada y quejarse.
El único fracaso auténtico está en no empezar.
Empieza por hacer lo necesario, luego lo que es posible, y pronto te encontrarán haciendo lo imposible.
Lo difícil lo hacemos inmediatamente, lo imposible se demora un poquito.
Cuando más hacemos, más podemos hacer.
Es más saludable no esperar nada y hacer lo que se pueda, que entusiasmarse y no hacer nada.
Muchas cosas se juzgan imposibles antes de que estén hechas.
Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.
Todo lo que viniere para hacer, hazlo según tus fuerzas.
Quien desea comer la nuez debe primero romper la cáscara.
No basta tener grandes cualidades, hay que saber emplearlas.
Piensa antes de obrar y no comiences nada antes de haber consultado las circunstancias bien a fondo.
Y a cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos.
Cada cual da de lo se exige.
No hay nada que el hombre no pueda hacer si lo quiere con bastante resolución.
Las personas podrán dudar de tus palabras, pero creerán en tus acciones.
Sólo sacaremos un pez grande si lanzamos el anzuelo.
Lo que capta nuestra atención determina nuestra acción.
Un hombre descuidado con el martillo jamás construirá un palacio.
Actúa de tal modo que todo lo que hagas aumente la estima y el respeto hacia ti mismo.
Desafíate a ti mismo. Llega hasta donde no puedas.
Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada.
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